jueves, 28 de agosto de 2008

ELEMENTO FICCIÓN: ¿APUESTAS?


¡Mierda, mierda, mierda, no otra vez! exclamó en rabioso silencio mientras el croupier vocifereaba la sentencia.
-“Negro el 28” fue el anuncio que sepultó su jugada…
Ni siquiera tenía suficientes fichas para arriesgarse al double up, la salvadora instancia limítrofe del doble o nada.
Mascullaba su mala suerte cuando en eso siente una frase que ardió tanto como perder el grueso monto en la apuesta anterior.

- No te lo tomes tan en serio. Tu error está en poner todas las fichas en el mismo número.
Definitivamente ese zumbido sacó de su centro a Elías. Sonrojado de ira quiso devolver la interpelación. Giró y tuvo un segundo para no disimular su asombro.
- ¿Y usted quien es? preguntó en tono grave y seco mientras su interlocutora, una mujer morena, joven a ojo de buen detallista aunque su cara demostraba lo contrario, pelo en frizz, voz ronca, tatuaje en el brazo y apariencia de fémina “carreteada” sólo atinó a esbozar una sonrisa compasiva.
- No te preocupes, en lo que a ti respecta soy nadie, contestó. Sólo busco hacer la buena obra del día y por qué no, enseñarte a jugar el juego, eso si es que quieres, claro…
Elías se sintió amenazado y sobrepasado con la situación. Pero intentó controlarse y seguir la corriente.
- Yaaaa, y dejando de lado que nadie le pidió su opinión, según usted, cómo se debe afrontar el juego.
- Muy simple, darling. Con menos pasión, porque sólo es un juego. Nunca apuestes todo a un solo número.
El prejuicio rápidamente se apoderó del escáner que Elías hizo del minuto. Esta es la clásica mina que cree que se las sabe por libro pensó aunque sólo atinaba a replicarle un desagradable y usted cómo vive sin ponerle pasión a nada, porque me imagino que esa es su receta, señora… cómo dijo que se llamaba mientras le ofrecía la mano y se presentaba.
- El gusto es mio Elías, dijo la mujer.

- Soy Mariana. Perdona lo intespectivo de mi sugerencia. Es que yo creo que hay que poner pasión sólo en lo que vale la pena en la vida. Esto es un juego, Elías, sólo un juego.
No estoy de acuerdo contigo defendió el muchacho. Creo que acá uno tienta la suerte, aprende a controlar su instinto, inclina la balanza a su favor, señora.
Mariana lanzó una leve carcajada.
- Mmmm, eso pasa, querido. En este ambiente si miras a tu alrededor, todo está hecho para hacerte creer que puedes cambiar tu vida en un minuto y no es así. Mira el entorno. Los que ves felices o relajados no perdieron ni ganaron mucho. Los ansiosos son presa fácil… Acá ganan sólo los que saben jugar... Piénsalo, adiós remató la charla mientras se alejaba a la mesa de los dados concluyendo su corta lección.
Ya sin dinero en los bolsillos, Elías decidió marcharse hasta otra vez del lujoso local.
Mientras iba camino a casa elucubró una serie de dictámenes sobre la mujer que lo había interceptado y hasta armó un perfil malicioso de la misma.
- De seguro esta h… debe ser una amargada que nunca puso todas las ganas en algo, que anda al tres y al cuatro por la vida, que tiene tan poco qué hacer que va regalando lecciones de cómo ser un modelo de patética loser mientras mendiga sexo y atención… pensó burlándose flagrantemente de la supuesta negra suerte de aquella dama en cuestión.
Sin fallar en su rutina, llegó al casino al otro día y se dirigió hacia donde giraba la ruleta.
Como siempre, puso todas las esperanzas en el 25 rojo, frotó las manos y esperó que se lanzara la bola a girar.
Pero algo pasó…
Bastó que el croupier corease un "últimas apuestas" para que, de sopetón, sacara todas sus fichas de la mesa.
Esperó el siguiente juego y en un acto impensado, más bien reflejo, empezó a repartir todas sus chances por diferentes números.

Y tal cual prosiguió tentando a la diosa fortuna, cosechando muy poco, casi como para pensar que esa fue otra velada perdida. Aún así pudo cobrar dinero, no lo contó sino que sólo decidió largarse de allí.
Apenas regresó a su casa metió las manos a su cartera y luego de repasar una y diez veces se dio cuenta que ese montón de billetes era poco más de lo que cargaba al salir hacia el casino.
Increíble pero cierto. Por un segundo dejó de sentir pena por la mujer de la noche anterior y bebiendo un vaso de whisky pasó por frente al espejo, se miró en él y se regaló una sonrisa cómplice.
Parece que por fin estoy aprendiendo a jugar se dijo mientras aparentaba un brindis por la lección aprendida, esa que adoptó sin dejar de hacerse caso a sí mismo…

domingo, 17 de agosto de 2008

ELEMENTO SOUNDTRACK: "Have you ever seen the rain" - Creedence Clearwater Revival (Pendulum, 1970)



No sé cuánto llovió este fin de semana, en números al menos...
Acá el clima cambia ostensiblemente. Hoy el frío cala los huesos.

Si algo queda claro es que fue harta agua para el común de la gente que vi correr despavorida como presintiendo una catástrofe.
¿Será que el agua remece a estos capitalinos que no se estremecen con nada a su alrededor? Si es así, entonces vale la pena.
A mi me cargaba la lluvia y no pude evitar el clásico mañoseo del "... diluvio maricón, me sigue pa' todos lados..."

Eso hasta que el mega citadino te hace ver que acá son llorones con estos mini temporales, no lo disfrutan y de seguro es porque ni saben lo que es haber vivido siempre bajo el aguacero. Lo digo en todos los sentidos que a usted se le pueda ocurrir.
Y vi personas corriendo. Y recuerdo a otros que seguro en estas mismas calles se sienten soportando una tempestad en su vida... ¿Qué saben de lluvia, qué saben de temporal, de clima inhóspito permanente, inaguntable?
Quizás por eso, y sólo por eso es que me recordé la letra de esta canción. Tiene más sentido del que muchos creen al oírla.

CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL - ¿Has visto alguna vez la lluvia?

Alguien me dijo hace mucho tiempo
Que hay calma antes de la tormenta
Yo sé, ha sido por algún tiempo
Cuando se termina, entonces ellos dicen
Que lloverá en un día soleado
Yo sé, brillando bajo el agua

Yo quiero saber
¿Has visto alguna vez la lluvia?
Yo quiero saber
¿Has visto alguna vez la lluvia
cayendo en un día soleado?

Ayer, y los días anteriores
El sol está frío y la lluvia es fuerte
Yo sé, ha sido así todo mi tiempo
Siempre será, así es como va
A través del círculo, rápido y despacio
Yo sé, no se puede detener, y me pregunto

Yo quiero saber
¿Has visto alguna vez la lluvia?
Yo quiero saber
¿Has visto alguna vez la lluvia
cayendo en un día soleado?

Yo quiero saber
¿Has visto alguna vez la lluvia?
Yo quiero saber
¿Has visto alguna vez la lluvia

cayendo en un día soleado?

domingo, 10 de agosto de 2008

ELEMENTO FEED BACK: Si me quedara un sólo día...

¿Qué es un día en la vida del hombre?
Si nos hiciéramos esa pregunta más seguido, quizás todo sería mucho más simple...
O tal vez no.
Pero aún así me lo cuestioné hoy...

Si me quedara un sólo día, renunciaría a todo lo que me tenga sujeto, comprometido, amarrado, a ratos quieto.
Si me quedara un sólo día, ocuparía la mañana lejos de aquí, entre las paredes del ayer.
Abrazaría a los que están allá, aprovecharía cada segundo sabiendo que no hay más, sin pensar en redimir sino tan sólo entregar.
Me nutriría del cariño de mis mascotas, jugaría con ellas para revivir y heredar aquél estímulo natural.
Si me quedara un sólo día pagaría un boleto de avión con reserva a esta tierra del olvido.
Gozaría del mar iluminado en mediodía por última vez desde la ventana de ese viaje.
Y apenas aterrizara en suelo firme, cumpliría el rito de reírme de la muerte, en alguna suerte de salto al vacío.
Por deporte, por liberación, por abolición del miedo que alguna vez hubo y dejó resabios. Para anunciar que estoy listo...
Si me quedara un solo día fumaría un cigarrillo sin culpa.
Y bien entrada la tarde, llegaría a algún sitio donde haya reunido a mis amigos. Los que lleguen, no los nominales.
Daría una gran fiesta en su honor, agasajaría sus minutos de entrega desinteresada con el mismo grado de “desinterés”, dedicándoles palabras únicas a cada uno, de esas que sientes y nunca dices, porque jamás crees que estás at portas del final.
Si me quedara un sólo día planearía acucioso ese último instante, te raptaría de aquella celebración, excluyéndote de mis apegos para regalarte el epílogo.
Tomaría tu mano y caminaría varias calles recibiendo así la noche. Te compraría cosas simples y tangibles en esa marcha, para que puedas dejar mañana en el baúl de los recuerdos.
Te llevaría al lugar, al banquillo donde te vi por primera vez para sólo decirte cuánto te quiero.
Te regalaría el beso más dulce de todos, ahogaría cualquier reproche con una caricia.
Si me quedara un sólo día esperaría el minuto de la partida recostado sobre tu vientre, con mis párpados cerrándose frente a ese show de luces inalcanzables que alguna vez nos encandiló el aliento.
Y allí, con mi vista en las estrellas, mi mano rozando el pasto húmedo del parque, mi nariz captando tus aromas lejanos, mi oído confundiendo tus latidos permanentes con los míos cada vez más escasos, bajaría el telón de esta comedia en el único escenario que cobija mi júbilo.
Y me iría en paz, con las certezas refrendadas y apegadas al pecho.
Sin temores ni dudas.
Pleno, completo. Libre al fin...

¿Y tú? ¿Qué harías si te quedara un sólo día?

viernes, 1 de agosto de 2008

ELEMENTO SACRÍLEGO: LOS ONCE MANDAMIENTOS PARA DESCUBRIR QUE TU HOMBRE ES UN IMPOTENTE

Musiquilla light -usted busque títulos y artistas, no time for reason- y un lúdico tema para distender, ya que tanto reclaman por los post ficción…
Mucho se quejan sobre este sitio, que está hecho contra las minas –hay tanta página por ahí despotricando contra los hombres que perfectamente podría alzar el estandarte contrario-, que acá reina el prejuicio o la volada personal, que el blog tiene ribetes misóginos, etc. Nada que ver... Es sólo una mirada impersonal y jocosa de la cotidianeidad abismante.
Para muestra un botón.
Por más que la ciencia avance, para las mujeres siempre es todo un tema la eventual potencia sexual de sus parejas. Como si nosotros nos preocupáramos mucho de si algunas de ellas son frígidas o no. Pero están en su derecho a exigir. Más ahora, que parece que les llegó "la despavilada" y venía con yapa...
¡Atención ladys! He aquí algunas señales de esta sección de utilidad pública que les podrán servir en algún momento crucial en que la hora y media en el baño arreglándose no tenga "mucho premio":

1. Si en la primera, en la segunda y hasta en la tercera cita terminan en la cama y él te abraza y te dice… “mejor hagámonos cariñitos y nos quedamos dormidos. ¿No es más bello así?”

2. Si cada vez que le haces una performance bailable, con luces bajas, música ad hoc y ropa sexy, enciendes las luminarias y te fijas que tiene una prominente cara de… angustia.

3. Si el preámbulo amatorio dura una hora, una hora y media, dos horas….

4. Si ingresas a su PC, entras a la página de google y la teclear la letra “v” en el buscador aparece la palabra “viagra” en el menú de opciones.

5. Si en su guía de Páginas Amarillas tiene marcado más de cinco urólogos con lápiz rojo

6. Si le encuentras una boleta de más de 25 lucas de compra en farmacia y sabes que no es enfermo crónico. Lo mismo, si te das cuenta que su frecuencia sexual aumenta desconsideradamente a fin de mes, justo días después de recibir el sueldo.

7. Si estás viendo dibujos animados con él y cada vez que sale Leon-O con su espada y dice “Thundercats, Thundercats, Thundercats, oooooooooh” el tipo se pone a llorar.

8. Si cada vez que sales con él, descubres que una hora antes de irse juntos para la casa pide permiso para ir al baño y al rato esta medio sonrojado.

9. Si hurgueteas en el basurero de su baño y encuentras un mini jeringa con aguja desechada, a sabiendas que el tipo no necesita insulina porque no es diabético.

10. Si después de varios intentos sin haber intimado alguna vez te das cuenta que no se quiere duchar contigo porque “le da vergüenza”.

11. Si cada vez que quieres “jugar a la caperucita y el lobo” te pide que pongan una película XXX para entrar “a calentarse”.