domingo, 20 de marzo de 2011

ELEMENTO SOUNDTRACK: "Why" - Annie Lennox ("Diva", 1992)




Fue en el verano del '92. La oí como una de esas baladas clásicas que servían para adornar momentos de melosidad rotunda. Y no estaba tan equivocado. O quizás sí. Diametralmente equivocado. Era lo malo de no saber inglés. Lo malo de no saber de música. Pero todo se aprende...
"Diva" es el primer disco solista de Annie Lennox desde que dejó Eurythmics. No se podía llamar de otra forma. Un trabajo demasiado intimista, amplio, sublime y plagado de detalles. En síntesis, es digno de una mina como ella. Tan exclusiva y soberbia en el escenario. Tan colosal en el discurso. Y tan contundente en el mensaje como le faltaba ser en sus canciones. Como lo necesitaba en su tintero de recuerdos a dejar como legados para una generación auditivamente atiborrada de estilos y estímulos musicales.
El disco abre con "Why". Y si con el tiempo lo revisaras como una novedad, bastará ese sólo track para volarte la cabeza. A menos que claro, aún no sepas de desamor, del orgullo dañino y los quiebres tan dolorosos como necesarios para crecer. Que requieren de valentía aunque te destrocen por dentro. Esta es una canción desgarradoramente maldita e irrenunciable. Una para escucharla con la bandera blanca en las manos...
Si sabes de esos episodios agrios no sólo asumirás el golpe de oírla sino que probablemente, también sepas algo del duro peregrinar por los caminos del amor irresoluto, tozudo y limitante. Y si algo entiendes de música, entonces de seguro ya la conoces, porque esta es una de las mejores obras de aquella década inolvidable. Y no te preocupes por el inglés. Esta sección es para ello.
Disfrútala. Sin cortarte las venas. La vida, casi siempre es más sabia que nosotros mismos y nuestras porfías evidentes, resistidas, ignoradas. Es simple. Sólo se trata de no auto-engañarse...



Annie Lennox - Por qué


¿Cuántas veces tengo que intentar decirte
Que siento mucho las cosas que he hecho?
Pero cuando intento decirte es cuando tú tienes que hablar
Hey... Este tipo de problemas es sólo el comienzo
Me digo a mi misma demasiadas veces
¿Por qué no aprendes a cerrar la boca?
Por eso duele tanto escuchar las palabras
Que siguen saliendo de tu boca
Salen de tu boca
Salen de tu boca
Diciéndome...
¿Por qué?
¿Por qué?

Puedo estar enojada

Puedo estar ciega
Puedo ser despiadadamente cruel
Pero aun así puedo saber lo que estás pensando
Y lo he escuchado demasiadas veces
Que estás mejor
Sin mi
¿Por qué no puedes ver que este bote se hunde?
(Este bote se hunde, este bote se hunde)
Vamos al borde del agua
Y podemos hacer naufragar esas dudas
Es mejor no decir algunas cosas
Pero aun así me voltean de cabeza
Me voltean
Dime
Por qué
Dime
Por qué

Este es el libro que nunca leí

Estas son las palabras que nunca dije
Este es el sendero que nunca pise
Estos son los sueños que soñaré en su lugar
Este es el gozo que rara vez propago
Estas son las lágrimas...
Las lágrimas que derramamos
Este es el miedo
Este es el temor
Este es el contenido de mi cabeza
Y estos son los años que hemos pasado
Y esta es la manera en la que representan
Y así es como me siento
¿Sabes cómo me siento?
Porque no creo que sepas como me siento
No creo que sepas como me siento
No creo que sepas como me siento
No sabes lo que siento



sábado, 5 de marzo de 2011

La ciudad


Siempre lo soñó. Más que un destino, mucho más que un mero pasaje en el calendario. Atesoraba ese cúmulo de vivencias apiladas en el más cristalino recoveco de su memoria que proyectó en dimensiones quijotescas. Nunca pudo entenderlo del todo.
¿Qué tenía de distinto un conjunto de calles alineadas bajo luces incandescentes y un acento amigablemente arrollador? Pura ilusión quizás.


Y sin quererlo se encontró allí. Rodeado de momentos únicos. De esos que gran parte de los seres humanos persiguen sin éxito ni descanso por la vida. Fotografías simples de episodios novelescos. Minutos para abrazar en madrugadas solitarias o amaneceres de absoluta decepción.
Caminó, absorbió... Se llenó de experiencias que nunca vio de tan cerca. Que tenían que ver con él mismo. Con sus miedos, sus carencias, sus bloqueos más presentes y aborrecidos.
Habló de oscuridad con esquinas iluminadas. Desnudó el ayer como si fuera la más fogosa y anhelada de sus amantes. Coloreó el futuro compitiendo con la acuarela natural de grandiosas avenidas.
Desbordó risas justo en medio de paisajes de incesante alegría. Balbuceando sus mejores versos enredado en un paraíso de letras. Bailó su mejor pieza sólo con la mirada. Amó. Sobretodo amó. Y sintió que el amor salió también en su búsqueda en tantos lugares distintos, únicos e inolvidables.
No hubo despedida. Sólo un itinerario que cumplir. De tanto nutrirse con esos aires de libertad asumió que había encontrado uno de sus rincones en el mundo. Y prometió volver. Como esas eternas promesas que los hombres hacemos sin cumplir jamás. Que sólo sirven para alimentar la esperanza y afrontar lo que viene con un dejo de felicidad afincado en el tiempo.
Para aferrarnos a algo mejor. La excusa perfecta para avanzar con el ideal conformista de un molde que ya conocemos. Y seguiremos buscando hasta que no quede tiempo ni batalla por pelear...