jueves, 19 de marzo de 2009

ELEMENTO FICCIÓN: CRÓNICAS MACHISTAS 7 - "Fantasmas y revival"

Dos chicas, Mariela y Cristina se encuentran con nuestros protagonistas de siempre...
No hay nada más honesto que dos géneros tan contradictorios sacándose trapos al sol. Se pueden obtener muchas lecturas. De lo que aportan, de lo que reconocen pero sobretodo, de lo que callan.
Esos típicos pasajes de silencioso mensaje en clave mutis...

Mariela: ¡Pero convengamos que ustedes los hombres son refrescos!
Juan: Y convengamos que a ustedes le gusta la cuestión también...
Pedro: ¡Y que las minas están mucho más frescas también!
Cristina: Obvio gallo... hay que aprovechar. Si estamos en igualdad de condiciones...
Juan: ¡Jamás!
Diego: Jaja, concuerdo. Somos inevitablemente distintos, la vara de la igualdad no corre.
Cristina: Qué machista.
Mariela: Sí, explícate.
Pedro (levantándose de la mesa): Dale, mientras yo voy a comprar cigarros.
Diego: Resimple, hay cosas en que jamás vamos a ser siquiera compatibles y que, si nosotros somos frescos, en el caso de las mujeres también son defectos inmanejables.
Juan: Uy, mi compadre y sus análisis a la vena.
Mariela: Como cuáles.
Diego: Los fantasmas, por nombrar alguno.
Cristina: Yaaaa, cómo sería eso.
Juan: ¿Qué se quedan pegadas dices tú?
Cristina: Los hombres también se quedan pegados...
Diego: No pegadas, pero hay un parámetro que en el caso de ustedes siempre se antepone y propicia la eterna comparación.
Cristina: Querido, mujeres y hombres tienen por igual alguna linda historia de amor que les marca la vida.
Diego: No voy a eso. Las chicas, por su condición de féminas tienden a engendrar fantasmas en todo, desde un gran amor hasta los diez minutos que duró "el polvo" que las pilló más jugadas. Le traspasan al otro las sensaciones de felicidad que de seguro surgieron en su interior y se proyectaron en cierto momento de la vida.
Mariela: ¿Y eso es malo?
Juan: O sea, que te comparen a cada rato, demás poh...
Diego: Y peligroso...
Mariela: Por quéeeeeee.
Diego: Porque esa característica ciega de no reconocer en un estado personal tal o cual recuerdo las hace víctimas potenciales del revival.
Cristina: Jijiji, ¿algo así como de vivir pegadas en el pasado y no construir? Qué grave.
Diego: Peor, es el potencial riesgo de recaer... Qué, ¿nunca te enredaste con alguno de tus ex?
Cristina: No seas copuchento...
Mariela: Mmmm, sí. Algo hay. ¿Pero ustedes acaso no se involucran con sus ex?
Juan: Por deporte... juajuajua.
Diego: Ja, algo así. Porque se da la mano, en el caso de los más oportunistas. Pero es mucho más raro que volvamos por una ex después de tanto tiempo, como que cerramos las puertas con pestillo y por fuera.
Mariela: Yo creo que es la misma frescura la que los hace olvidar y siempre ir por una nueva.
Juan: Que acomodo más bajo.
Cristina: Mmmm...
Diego: Jaja, no. Es que aprendemos a cerrar los círculos no más.
Pedro: ¿Y? ¿Llegaron a buen puerto? ¿Y esa cara, chicas?
Mariela: Eeeehhh. Noooo, nada
Juan: Es que las teorías de Dieguito parece que esta vez fueron al mentón...