lunes, 20 de septiembre de 2010

¿Una lección pornográfica o la búsqueda oculta del amor?



Qué es el amor para ti. Qué es el deseo. ¿Los diferencias? ¿Los buscas por caminos separados? Constantes son mis teoremas vagos por demostrar que pese a las caretas aprendidas, el ser humano sólo busca placer estableciendo una máscara que esconde sus reales carencias. Que las apacigua o las maquilla frente al espejo. Que en verdad, siempre es un proceso natural que lo puede llevar al amor...
No sé por qué nunca les sugerí esta, una producción francesa de 1999 situada en el París menos romántico, el más sombrío, unipersonal y poco cálido. El que congela las relaciones humanas y las transporta al campo de las individualidades desguarnecidas.
Dos protagonistas maduros y sin parámetros estéticos imposibles, encarnados magistralmente en Nathalie Baye y el español Sergi López se encuentran y dan vida a un romance de complejos. Su vida independiente, aparentemente resuelta los llevará a una terapia donde recordarán paso a paso frente al psicólogo, sus andanzas con el otro, una pareja ocasional contactada por un aviso pornográfico en el diario. Una que les termina aclarando parcialmente la existencia de largos años resumidas en unos cuantas encamadas. Todo un proceso sincero e internalizado en el rato que duran las sesiones.
La película reafirma lo que les decía al principio. Hay seres que se buscan por la sencilla necesidad de explorar sus límites, sus probabilidades vigentes, para reafirmar su ego o satisfacer el llamado de la selva. Eso dicen... Es mentira. Todos esconden algo. Y basta que se aprete la tecla justa, que suceda lo inesperado en el entorno y terminas dándote cuenta de lo que realmente te impulsa. Siempre es inequívoco.
Los malos amores, las nefastas experiencias, las enredadas ocasionales por satisfacer el desorden hormonal, los romances furtivos... Todo tiene una motivación oculta. Que se asienta con los años. Pero que en el fondo, siempre será un camino distinto para llegar al mismo punto.
Por más que quieras, por más que creas, no hay más opciones. Lo demás es mentirte. Desconocerte o engañarte. Algunos más temprano, otros en la cúspide de su muerte... Todos terminan dándose cuenta alguna vez. Más allá que abracen ese destino o lo eviten constantemente.
Poco importa. Y de eso se trata la vida, finalmente...


viernes, 3 de septiembre de 2010

Ellas y nosotros: Remedio para la gripe...


Ella:
-Anuncia que se va a enfermar.
-Exacerba los síntomas del resfrío.
-Exacerba las consecuencias del resfrío.
-Avisa que va a comprar un remedio. -Cotiza el remedio.
-Compra el remedio y hace todo un ritual para sacarlo de la bolsa. Lee el manual delante tuyo, comenta el precio, lee los componentes...
-Se toma el remedio con previo aviso del que se cruce por el frente.
-Te mantendrá constantemente informado si es que el bendito remedio le hizo efecto o no.


Nosotros:

-Nos tomamos un par de aspirinas con cerveza y limón y se nos olvidó...