sábado, 6 de marzo de 2010

SOBREVIVIENDO, DÍA 7: La campaña que resucitó al crítico.

Otra vez casi ni dormí. Con la llegada de la luz me quedé pegado en las señales abiertas de TVN y C13 para empaparme de datos, historias, anécdotas y reportes. Puse la cabeza en la almohada y una réplica de proporciones me sacó de la cama como a las 6 y algo. Dos horas después se sintió uno que de verdad fue intensísimo. Creo que es el primero de la semana que definitivamente me hizo recordar el terremoto en sí. Dicen que fue entre 6 y 7 grados en Richter. Lo bueno es que ya no hay tele que defender ni sujetar...
Algo logro descansar. Me despierto sabiendo que hay un acopio improvisado de agua de punteras mucho más limpio que los restos de la piscina y el pozo. Voy a abastecerme para que, como siempre, haya al menos uno o dos días de reserva asegurada en la casa.
Y luego, al desayuno-almuerzo ya me entero de la campaña “Chile Ayuda a Chile”, de cómo los medios se pliegan y siguen a Don Francisco como lapas, de cómo Leo Rey habla de la importancia de ese escenario (?) de cómo ayudar se vuelve casi una moda. De la emotividad de plástico, de los líderes políticos intentando aunar esfuerzos y aún así generan emociones teñidas de ideología, de los estúpidos de siempre subiéndose a la tarima de la mal llamada solidaridad, de su camisa planchada, de su cutis brillante, de su oportunidad de conseguir portadas.
Supongo que será mi estatus el que me despierta tanta bronca. Mi estatus de clase media-baja, digo. ¿Saben por qué? Debe ser que hace muchísimo rato, en la medida de mis posibilidades y lo que he podido publicar en sitios y medios distintos, me di el tiempo para desmenuzar, transparentar y hasta empelotar a la nueva clase social chilena. La de los poseros.
Resulta que hoy ayudar más que necesario es tremendamente cool, resulta que conmoverse hoy es también top, resulta que es materia obligatoria saber dónde queda Pelluhue o la historia del tipo de la polera “Fascim Sucks” –podría haber sido una que por último dijera “Vidal Sucks”- que levantó la bandera chilena y se convirtió en emblema.
¿Alguno de ustedes, malditos bichos que pulula por las redes sociales -o las páginas noticias plagadas de ideas repetidas- sabe lo que es andar en una bodega vacía buscando algo para comer o conoce la sensación de salir con un palo a defender tu casa del pillaje? ¿Conoce la tropa de pseudo-intelectuales de blogs y columnas de opinión cuántas vidas se pudieron salvar si en este país se hicieran las cosas bien –sólo con parámetros de sentido común- y no como se les ocurre a unos ineptos que se deben hacer? ¿Si están tan informados acerca la de la triste desgracia de las caletas y ciudades arrasadas, sabe algunos de estos parásitos de internet quién me ofrece un subsidio para recuperar televisores, computadores o todo lo que como clase media debemos absorber de nuestros bolsillos aunque ya se nos hacía difícil desarrollarnos hasta días antes del terremoto? Nadie. Le pongo la firma. Lo sé porque yo me río en sus caras de su inoperancia real cada vez que puedo. Los conozco.
Entonces, además de ponerse con unas luquitas en un banco intenten mirarse a los ojos y cuestionarse ustedes entre sí. Porque yo sigo siendo el mismo que los criticará sin piedad y desde la tribuna disponible que sea, aquél que se entretendrá barriendo con todo burócrata parlanchín y vendedor de pomadas al pueblo. Y sin perjuicio de ello, algo en mi cambió. Saber lo frágil de la vida y lo débil del alma que acusa cada ser humano te hace abrazar más la idea de sobrevivir aportando y no siendo mero eco. También te obliga a esforzarte mejor por comprender el mundo que te rodea. Nunca fue mi problema. No pueden decir lo mismo...
Viven en una burbuja, sienten que organizar un remate, una completada, sacar un billete o seguir a la masa en la inercia de ayudar para incrementar una cifra de la tele los hará mejores personas. Me reí en su cara ayer y me dan repugnancia hoy. Son títeres de un sistema que lucra con nosotros, que jamás optó por incorporar a los mejores sin tablas de medición académica ni política, que poco nos enriela en la ruta de los valores ni mucho menos nos prepara para vivir mejor pensando de corazón en el que está al lado, en vez de cómo sacarle ventaja y escapar cada día más luego de los estratos que siempre agruparon a nuestros antepasados.
¿Quieren ejemplos los tontitos? ¿Los quieren con manzanitas? Ustedes decía que si los noticiarios empezaban sus entregas con 15 minutos de noticias policiales era porque estaban alarmando gratis, porque estaban desbancando a un conglomerado político a partir de la invención de una sociedad inmoral y sin valores genuinamente decentes. ¿Y lo que vimos esta semana? ¿Lo inventó la prensa? Si aún el sistema no cuantifica lo que se perdió por la catástrofe, menos va a saber lo que se desvaneció con el salvajismo. Pero no les interesa. La necesidad de cordura tiene cara de hereje con poder…
Supongo que es esa rabia la que me impide ver semejante muestra de mojigatería chilena por la tele. Peor aún, siento que también hay un valor sentimental que me llama al duelo. O al menos a la abstinencia de semejante invento mediático. No es con ellos mi decepción. Están tratando de ayudar desde la única y poderosa ventana que los tiene lejos del mundo aunque quieran sentirse cercanos. Terminarán afirmando su obra gracias al aporte de la clase media, la misma que perdió cosas tan valoradas y poco volátiles como su dignidad hace siete días.
Es más. Por el bien último de estar informado, cada vez que hubo un evento de envergadura y significancia nacional estuve ahí para observarlo y propenderlo. Hoy no. Debe ser porque todo lo destruido que mueve estas cadenas fue y es parte de mi entorno. Y entonces siento que sin querer festinar, la masa imberbe lo verá como el tema del momento y mañana será motivo de escarbar en lo que venga más adelante en el calendario de tragedias. Y me da pena, me genera impotencia.
Quizás sea porque no perdí tanto. O quizás porque perdí más de lo que yo mismo puedo llegar a imaginar…

7 comentarios:

Saruki dijo...

Como maldita bicha que anda en la net... debo decirle Don Richi que no he pasado las penurias que ha pasado usted.
(Te he leído durante casi una hora)
Tal vez, el pulento me tiene otra sopresota en ésta vida y me salvé jaboneada de todo movimiento... de todo susto... de toda necesidad.

De seguro (Y ni imagino estar en sus tatos) me hubiera vuelto loca. O tal vez hubiera tenido que ser el hombro entre mis mujeres... en un caso similar... o simplemente apelar a la sabiduría de Má... (Que pá lo del '60, igual la vió fea) que ha sobrevivido ya... a su segundo terremoto.

Qué le puedo decir... fue una de las pocas personas que he "conocido" por medio de la net... y no pregunté su estado... es sólo que supuse e imaginé... que estaría relativamente bien, a pesar de todo.

Ahora empieza la otra etapa... cómo? no tengo idea...
Sólo puedo decirle, fuerza... ánimo (sé que se lo hará) y a seguir viviendo... lo que nos quede por vivir!

Un abrazo!!

Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com dijo...

Es cierto lo que dices. Mucha gente ayuda por que es "cool" pero esperate cuando el terremoto no sea la noticia que abra los noticiarios. Estoy seguro que pocos se acordarán de que la catastrofe sigue y de que es necesario seguirb ayudando, aunque ya el terremoto no sea noticia.
Saludos

Laper dijo...

Tienes razon, ojala la gente se cruzara de manos y no hiciera nada cierto???
Los que no estuvimos en el epicentro del terremoto no tenemos culpa de no haberlo estado, yo soy de Concepcion, mi familia esta alla y lo pase tan mal como ustedes al no tener idea de como estaban todos mi seres queridos (Una semana entera buscando a cada amigo, cada pariente, etc)... la diferencia es que cuando supe de mi familia me pude tranquilizar un poco, porque ellos me piden que este tranquila y porque se que estan bien, pero se que no todos tienen la misma suerte.
Todo esto me hace sentir con una especie de sentimiento de culpa (Injustificado!)por no haber estado en conce ni haber perdido una casa en dichato, es como que nos culparan a todos los que intentamos hacer alguna guea desde donde estamos y de donde nos toco vivirlo preocupados por los que estan alla... como si todos no tuvieramos la capacidad de generar empatia y me parece demsiado ligero, porque no todos somos iguales, es com perid sin comprension sin intentar comprender de vuelta, me parece injusto por lo menos.
Chile es chico y la mayoria de las personas tiene familiares en alguna de las 6 regiones afectadas por este desastre natural y humano (saqueos) tengo amigas que perdieron todo en los saqueos de Lota, amigas y amigos que perdieron la casa, que no duermen por hacer barricadas aunque hayan llegado los milicos (Coronel), pero encuentro bastante triste que algunas personas intenten hacernos sentir culpables por no estar ahi, yo tengo que trabajar, sino ya estaria con mis viejos, al menos ellos estan bien y me solicitaron que no arriesgue mi pega y que me quede aqui tranquila.
De hecho por el mismo tema no me ofreci pa cantar en ningun beneficio, no me parecio oportuno "figurar" como dices, cantando, preferi aportar de otra forma mas concreta, no tengo por que estar diciendole a todo el mundo lo que hice o no por mi ciudad, mi familia amigos, parientes etc, pero de verdad me parece injusto que se critique a la gente que ha ayudado con o sin interes de por medio, porque la ayuda llega igual y sirve igual... peor seria que no se estuviera ni ahi y DE VERDAD a nadie le importara o no??
Bueno filo, me da lata todo esto, entiendo la impotencia y la rabia que puedas tener, no hay que vivir un cataclismo pa ver la calidad humana, no tengo que perder la casa pa entender como se siente, no todo el mundo es igual no mas.
Espero que pronto puedas dormir tranquilo y se acaben de una vez las replicas de mierda en este pais (replicas tectonicas y sociales) que no solo a ti te tienen mal, sino que tambien a mi familia y a la mitad de mi vida, mis raices y en fin, a la mitad del pais!
Un abrazo.

RIPNE dijo...

SARA: Muchas gracias.
DANIEL: Y cuando saquean después que gana Chile, no era un anticipo?
LAPER: Con mi propia mochila, me basta y me sobra. Entiendo tu punto pero es una carga tuya, insisto. Nadie quiere que te la pongas a la espalda. Es más, no me entendiste del todo o no leíste todo. Esto puede servir.
http://misterripne.blogspot.com/2010/03/sobreviviendo-dia-2-la-necesidad-y-la.html

Karin dijo...

Holas...

Ayer hablaba por teléfono con mi amiga Carmen, @Lady_Key para los twitteros, y me comentó acerca de tus crónicas, recomendándomelas absolutamente... Las leí con toda la atención que la pega me permite y pucha que me impactaste, más aún teniendo recién de vuelta una colega/amiga que estuvo en San Pedro hasta el miércoles pasado y me había contado muchas de las cosas que relatas... Honestamente no supe cómo comentarte y se lo dije a la Carmencha, que me sugirió hacerlo igual y acá estoy sin siquiera saber qué decir... es que me fui metiendo dentro sintiendo desesperación, angustia, rabia, mil cosas... entonces a ratos me da por felicitarte, pero luego siento que es una falta de respeto porque no buscaste aplausos, sino contar tu experiencia... entonces no se si decirte cuánto siento lo que pasaste, porque se que no soy capaz de dimensionar todo aquello y entonces pienso que a lo mejor podría hacer algo más y no se cómo... así es que mejor sólo te digo que leer ésto me caló hondo... Te dejo un abrazo, y fuerza para todo lo que viene porque, como bien dijiste, los de clase media siempre nos la tenemos que arreglar solitos...

Saludos!

Anónimo dijo...

Leí todo.. debo admitir quizás por morbo o tal vez enteder la real magnitud del ser humano para sobrevivir o tal vez lo hago, para darme cuenta que por algún motivo, me escapé de todo ese desastre, al venirme 2 días antes a Antofagasta. Me da miedo pensar, que si escape de esa, quizás que me está deparando el destino.

Toda mi familia allá, mi preocupación y angustia por mi madre y hermanas y sobrina (todas mujeres), me tenía mal.
El pierno viajo al sur a ver a la familia y se lo agradezco enormemente, no fui capaz de acompañarlo para no exponer a mis hijos a esa realidad, ese horror que se estaba viviendo después del terremoto. Mi excusa era, si ellos no tienen para comer, para que llevar 3 bocas más para alimentar sin agua, sin luz, sin nada. Más aún ante la inseguridad que todo te rodeaba. Día lunes al mediodía llego Fco a Concepción, ni idea a cuantos km se fue, no tengo idea como logró salir de Stgo y pasar la ruta 5 sur con todos sus problemas viales. Dice que al llegar al centro de Concepción no era nada comparado con verlo en tv, que los delincuentes se estaban tomando las calles y exijiendo plata para poder pasar por ciertas casas. Lo mando a la chucha. Era tierra de nadie y los maleante, encontraron su oportunidad al no ver autoridad.

Mi familia dentro de todo estaba bien, pero mi sobrinita de un año estaba con estrés antes cada nueva réplica o temblor, no comia ni nada. Solamente llorar hacia la pajarita. Me hubiera traido a todas mis mujeres a Antofagasta, pero mi madre, viejita porfiada, no quiso, su casa que aún no termina de pagar es todo lo que tiene y dejarla a buena suerte jamás. Así que me traje a mi hermana con mi sobrinita. Cómo habrá sido el estrés, que al otro día que llegó, ya está caminado.

Recién ayer, tuve el valo de preguntar a mi hermana ¿Cata, tu fuiste parte de aquella turba que anduvo en los supermercados?..

LLorando respondió que sí, que cuando fue el día lunes en la mañana, caminando desde San Pedro a Concepción con mi otra hermana, buscando pañales para la bebé, no encontró nada. Pero que habían unos "milicos" que la autorizaron por 10 minutos a entrar al Santa Isabel que está al lado de la Polar que fue quemada, no encontró nada, solo comida para las gatas y perros. Así que la hecho a una mochila que llevaba, cuando de la nada "el milico" le pegó la desconocida, le quita la mochila y ella le dice, que si queria sacara las comida, pero que le devolviera la mochila, eso hizo el milico. Luego a mi otra hermana le mando un empujon y la trato de ladrona tirándola lejos, y ellas habían entrado con "autorizacion".. Dice que sintió perder la dignidad y fue humillante...

Todo esto pudo haberse evitado,si se hubieran tomado decisiones a tiempo.

Ahora, desde la comodidad de mi hogar, me siento inútil y con cargo de conciencia por tener lo más básico, por tener que comer y otros aún no tienen. Qué impotencia, sentir que nada puedo hacer por mi Concepción y por todas esas personas que están sufriendo..

D.es.Cargador dijo...

Oh,,, ahora hay música!!!